Cáncer de mama: Lo que necesitas saber y cómo actuar
El cáncer de mama es una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo y se produce cuando las células de la mama comienzan a crecer sin control. Lamentablemente, es el cáncer más frecuente en mujeres en el mundo entero, aunque también puede afectar, en menor medida, a los hombres. Y, con la cercanía del Día Mundial del cáncer de mama, se considera el momento propicio para recordar que los avances en la detección temprana y los tratamientos han mejorado, de manera significativa, las tasas de supervivencia. Los especialistas afirman que, la clave reside en la información, la prevención y la acción oportuna.
¿Qué es el cáncer de mama?
El cáncer de mama es un tipo de cáncer que se forma en los tejidos mamarios, y por lo general, ocurre en los lobulillos que producen la leche o los conductos que llevan la leche al pezón. Las células cancerosas o malignas, pueden invadir el tejido mamario circundante y, a través de los vasos sanguíneos y el sistema linfático, pueden diseminarse a otras partes del cuerpo, y evolucionar a la temida metástasis.
Tipos de cáncer de mama más comunes
- Carcinoma Ductal In Situ (CDIS). Es la forma más temprana y no invasiva de este cáncer, porque las células cancerosas solo se encuentran en los conductos.
- Carcinoma Ductal Invasivo (CDI). Es cuando el cáncer ha roto las paredes de los conductos y ha invadido el tejido mamario circundante. Es el cáncer más frecuente.
- Carcinoma Lobulillar Invasivo (CLI). El cáncer comienza en los lobulillos y se propaga al tejido mamario.
Factores de riesgo
En este punto, es necesario aclarar que, tener uno o varios factores de riesgo no significa que una persona desarrollará cáncer de mama. Según estudios, solo aumenta la probabilidad de desarrollar la enfermedad. Por esta razón, es importante conocerlos para aplicar estrategias de prevención.
Factores de riesgo no modificables
Se trata de factores de riesgo que no tenemos la posibilidad de cambiar o modificar.
- Sexo y edad. Las mujeres tienen mayor probabilidad de padecer cáncer de mama que los hombres. Y, de acuerdo con los expertos, la mayoría de las mujeres es diagnosticada después de los 50 años.
- Antecedentes familiares. Tener familiares de primer grado o directo, como madre, hermana, hija, con cáncer de mama u ovario.
- Genética. Mutaciones heredadas en genes como BRCA1 y BRCA2.
- Menstruación temprana. Cuando el ciclo menstrual inicia antes del promedio, que es a los 12 años de edad.
- Menopausia tardía. El inicio de la menopausia después de los 55 años.
Factores de riesgo modificables
Son factores o condiciones que pueden ser modificadas por la persona, y así disminuir las probabilidades de desarrollar cáncer de mama.
- Peso. Sobrepeso u obesidad puede incrementar las posibilidades de sufrir cáncer de mama, en especial si el exceso de peso ocurre después de la menopausia.
- Inactividad física. No hacer ejercicio regularmente.
- Consumo de alcohol. Ingerir alcohol con frecuencia y en exceso.
- Terapia hormonal. Uso combinado de estrógeno y progesterona después de la menopausia por un tiempo prolongado. Se recomienda visitar al médico para controlar la terapia hormonal.
- Embarazo y Lactancia: No tener hijos o tenerlos después de los 30 años; no amamantar.
Precauciones y prevención: La modificación del estilo de vida
Lo ideal es practicar la prevención primaria, es decir, cambiar todos los hábitos que sean posibles y estén relacionados con los factores de riesgo modificables, que son los que la persona tiene bajo su control. Es necesario aclarar que, aunque no existe una garantía total, un estilo de vida saludable puede disminuir significativamente la probabilidad de desarrollar cáncer de mama.
- Mantener un peso saludable. Especialmente después de la menopausia, el exceso de grasa corporal puede aumentar los niveles de estrógeno y, por ende, el riesgo.
- Hacer ejercicio con regularidad. Se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada o 75 minutos de actividad intensa a la semana.
- Limitar el consumo de alcohol. Los expertos sugieren limitar la ingesta a no más de una bebida alcohólica al día para las mujeres.
- Dieta equilibrada. Que su dieta sea rica en frutas, verduras, cereales integrales y legumbres. Evitar las grasas saturadas y los alimentos ultraprocesados.
- Amamantar. La lactancia materna, por un período superior a un año, puede reducir ligeramente el riesgo.
- Conocimiento de terapia hormonal. Sí se requiere terapia de reemplazo hormonal para la menopausia, consultar con el médico sobre las opciones con menor riesgo y usarla por el menor tiempo posible.
Señales de alarma: La importancia de la autoexploración y la observación
La detección temprana ha demostrado ser la herramienta más efectiva ante la lucha contra el cáncer de mama. Es cierto que la mamografía es el examen de detección más eficaz, pero conocer y observar el propio cuerpo es fundamental. Al reconocer alguna de las señales de alarma, no dude en hacer una visita al médico lo antes posible.
- Bulto o Engrosamiento. La señal más común es un bulto, nódulo o masa nueva en la mama o en la axila que se siente diferente al tejido cercano. Si llega a detectar un bulto, recuerde que la mayoría de ellos son benignos, pero solo un médico puede confirmarlo.
- Cambio en la forma o tamaño. Sí percibe cualquier alteración inexplicable y notoria en el tamaño o la forma de uno o ambos senos.
- Cambios en la piel. Síntomas como hinchazón, enrojecimiento, descamación, formación de hoyuelos (piel de naranja) o irritación en cualquier parte de la mama.
- Alteraciones en el pezón. Cualquier cambio es importante, por ejemplo, un pezón que se invierte (gira hacia adentro) de manera repentina, que duele o presenta enrojecimiento, descamación o costras.
- Secreción del pezón. Cualquier secreción inusual que no sea leche, especialmente si es transparente o sanguinolenta y ocurre sin presionar el pezón.
- Dolor persistente. Dolor en el seno o el pezón que no desaparece y no está relacionado con el ciclo menstrual o con algún golpe.
¿Cuándo es momento de ir al médico?
La regla de oro es que, ante cualquier cambio inusual o persistente en la mama o la axila, se debe consultar a un médico. No hay que esperar a que el bulto duela o a que los síntomas empeoren. La detección precoz es la mejor defensa, y para ello, se sugiere seguir el protocolo de detección.
Protocolo de detección (Prevención Secundaria)
- Autoexploración. Se recomienda hacer la autoexploración con una frecuencia mensual, a partir de los 20 años. Esto ayudará a familiarizarse con la textura normal de los senos.
- Examen Clínico Mamario (ECM). Entre los 20 y 39 años, se puede realizar cada 1 a 3 años. A partir de los 40 años, se recomienda con una frecuencia anual.
- Mamografía de cribado. Se recomienda a partir de los 40 años, con una frecuencia anual o bienal. Es uno de los métodos más efectivos para una detección de cáncer de mama en etapas tempranas, lo que favorece el éxito del tratamiento.
Las mujeres con un riesgo alto, por alguno de los factores de riesgo no modificables, deben comenzar las mamografías a una edad más temprana, según las pautas personalizadas de su médico.
El cáncer de mama es una enfermedad seria, pero controlable. La combinación de un estilo de vida saludable, prestar atención a las señales de alarma, y el cumplimiento de los exámenes de detección, son las herramientas más poderosas para asegurar un diagnóstico temprano y un pronóstico favorable.
Fuentes:
- American Cancer Society (ACS). (2024). Signos y síntomas del cáncer de seno. Disponible en: cancer.org/es/
- Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS). (S.f.). Cáncer de mama. Disponible en: paho.org/es/temas/cancer-mama
- Mayo Clinic. (2025). Cáncer de mama: Síntomas y causas. Disponible en: mayoclinic.org/es/
- Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). (S.f.). El cáncer de mama. Disponible en: seom.org/
